Debaten una ley para combatir la explotación sexual de las mujeres
PARÍS.— Hong Zhang (nombre ficticio) no tiene precisamente una buena opinión de la policía parisina. Casi uno de cada tres días es llevada a la comisaría, cuenta esta prostituta china, “y sólo por estar trabajando”. Cuenta que a veces recibe de los agentes un trato violento y casi siempre humillante.