
La depresión es una enfermedad de cuidado. Es tan insidiosa que a veces no nos damos cuenta del alcance de su poder hasta que pone en peligro nuestra vida.

Lo peor es que la voz viene de dentro de nuestra cabeza; porque si alguien nos dijera las cosas que nos decimos a nosotros mismos cuando estamos deprimidos, o nos alejaríamos corriendo o le daríamos una paliza. Pero recuerda que no es tu voz interior la que habla, sino la de la depresión diciéndote estas mentiras.