River empataba en Córdoba, aguantaba y se subía a la punta, pero en el final Barovero andujo flojo de manos y la bola se le escapó: pese a que no cruzó en su totalidad la línea, el árbitro Echenique dio gol y Belgrano ganó 2-1.
Era empate, un valioso empate en Córdoba. Pero Barovero anduvo flojo de manos en un tirito, volvió hacia atrás en busca de la pelota y ya era tarde. Mientras Belgrano gritaba gol, el arquero afirmaba a los gritos que la bola no había entrado. Tenía razón. Pero el árbitro Fernando Echenique la vio adentro y fue 2-1 para los cordobeses. Todos se le fueron encima al juez en el final del partido, en una jugada muy polémica. Porque aún en la repetición de TV no se llega a ver con certeza que toda la pelota haya pasado la línea. Y si después de varias repeticiones no se la ve adentro... No, la bola no entró y el árbitro igual marcó gol, pese a que su asistente no corrió hacia la mitad de la cancha.
Era empate, un valioso empate en Córdoba. Pero Barovero anduvo flojo de manos en un tirito, volvió hacia atrás en busca de la pelota y ya era tarde. Mientras Belgrano gritaba gol, el arquero afirmaba a los gritos que la bola no había entrado. Tenía razón. Pero el árbitro Fernando Echenique la vio adentro y fue 2-1 para los cordobeses. Todos se le fueron encima al juez en el final del partido, en una jugada muy polémica. Porque aún en la repetición de TV no se llega a ver con certeza que toda la pelota haya pasado la línea. Y si después de varias repeticiones no se la ve adentro... No, la bola no entró y el árbitro igual marcó gol, pese a que su asistente no corrió hacia la mitad de la cancha.