Ese nuevo movimiento, caracterizado por la falta de compromiso de los jóvenes con ellos mismos, se convirtió en el foco de investigadores.
Sentirse útil, aportar a su familia, a sus pares y a la sociedad, sentir que hace algo por su futuro y sobre todo preocuparse por lo que va a ser de su vida, son cosas que definitivamente no le importan a esta nueva generación de jóvenes, la Generación Ni Ni, denominada así por sociólogos, porque los que la componen ni trabajan, ni estudian.