El inusual escenario para que la temporada no se le hunda al mejor jugador de 2013 recuerda inevitablemente a algo sucedido 12 años atrás en la pequeña ciudad surcoreana de Suwon, cuando Estados Unidos derrotó 3-2 a Portugal para pavimentar la autopista hacia la eliminación lusa.
Si ciertas historias estuvieran condenadas a repetirse, Cristiano Ronaldo y compañía harían bien en preocuparse muy seriamente de cara al choque límite que tienen hoy con Estados Unidos en Manaos.