Más de mil uruguayos vivieron el partido ante Colombia en una pantalla gigante frente a la casa de Suárez, quien al final se asomó para agradecerles el apoyo y dejarles un saludo.
La gente no quería irse. No importaba la derrota. Esperaban por él. Eran más de mil almas celestes que resistían el frío con el único deseo de saludarlo, de demostrarle su afecto. Y Luis Suárez finalmente salió a agradecer semejante muestra de apoyo.
La gente no quería irse. No importaba la derrota. Esperaban por él. Eran más de mil almas celestes que resistían el frío con el único deseo de saludarlo, de demostrarle su afecto. Y Luis Suárez finalmente salió a agradecer semejante muestra de apoyo.