Nadie se prepara para diseñar un auto feo. Al menos pienso que nadie lo hace.
En algunas ocasiones es difícil creer que nadie levantó la mano en la sala de reuniones durante el proceso de fabricación para decir: “Disculpen, pero esto es una pieza de maquinaria horrorosa. Por supuesto que si lo hubieran hecho no tendríamos ahora listas como ésta.