Descubrí algo que todos podemos hacer, pero pocos se atreven...
Si, así es, un día me atreví a hacerlo, y ya no pude detenerme...
Un día, rescaté a una perrita, o mas bien, intenté rescatar a una perrita, su nombre, por solo unas horas fue Valentina... estaba en medio de un camino de terracería retorciendose de dolor... había sido atropellada, y tenía destrozada su columna, la tome en mis brazos, lloré con ella... nunca había visto el dolor y sufrimiento a los ojos... salí de esa burbuja en la que todos vivimos, y vi, que hay seres que nos necesitan, estuve con ella todo el tiempo, la valoraron dos médicos, y tomamos la decisión de "dormirla"... cuando la sedaron y su dolor bajó, ella lamió mi mano, la sensación de impotencia y tristeza es indescriptible, y a la vez sentir en ese acto tan simple, tanto amor... descubrí que todos podemos cambiar la vida o en este caso, la manera digna, de morir, de un callejerito.
Si, así es, un día me atreví a hacerlo, y ya no pude detenerme...
Un día, rescaté a una perrita, o mas bien, intenté rescatar a una perrita, su nombre, por solo unas horas fue Valentina... estaba en medio de un camino de terracería retorciendose de dolor... había sido atropellada, y tenía destrozada su columna, la tome en mis brazos, lloré con ella... nunca había visto el dolor y sufrimiento a los ojos... salí de esa burbuja en la que todos vivimos, y vi, que hay seres que nos necesitan, estuve con ella todo el tiempo, la valoraron dos médicos, y tomamos la decisión de "dormirla"... cuando la sedaron y su dolor bajó, ella lamió mi mano, la sensación de impotencia y tristeza es indescriptible, y a la vez sentir en ese acto tan simple, tanto amor... descubrí que todos podemos cambiar la vida o en este caso, la manera digna, de morir, de un callejerito.