Hay una larga cola de inversionistas con diversas capacidades financieras y logísticas dispuestos a invertir en el Uruguay de la marihuana regulada. El asunto de proveer al usuario es cosa de chiquillos frente al potencial productivo de la planta en un mundo que mayoritariamente le dice no a la marihuana. Uruguay podría tener en sus manos un gran diferencial.
Hay una larga cola de inversionistas con diversas capacidades financieras y logísticas dispuestos a invertir en el Uruguay de la marihuana regulada. El asunto de proveer al usuario es cosa de chiquillos frente al potencial productivo de la planta en un mundo que mayoritariamente le dice no a la marihuana. Uruguay podría tener en sus manos un gran diferencial.