En algunas naciones es una tradición, mientras que en otras es casi una obligación.
En Japón, luego de comer en un restaurante, no hace falta más que pagar la cuenta y decir ‘gochisosama deshita’ (gracias por la comida), para quedar como un caballero.
Muy distinto es el caso en Estados Unidos, país en el que la propina -que oscila entre el 15 por ciento y el 20 por ciento del total de la cuenta- es prácticamente una obligación.
En Japón, luego de comer en un restaurante, no hace falta más que pagar la cuenta y decir ‘gochisosama deshita’ (gracias por la comida), para quedar como un caballero.
Muy distinto es el caso en Estados Unidos, país en el que la propina -que oscila entre el 15 por ciento y el 20 por ciento del total de la cuenta- es prácticamente una obligación.